Emprender

Emprender en tiempos de pandemia II

Diario de un emprendedor en tiempos de pandemia.

Parte II

El alta en el servicio de empleo es sencilla, la persona tras el metacrilato introduce tus datos, y te dice que no tienen mucha información actualizada sobre ti… en mi caso es la primera vez que lo solicito, luego no es que no tengan mucha, ¡es que carecen de ella!

Igualmente me dan otra cita previa (y van cuatro) para estar con un orientador. Bien, vale..te lo compro…

Después, tras esperar tu turno religiosamente, con todo tu entusiasmo vas al cubil del SEPE. Lo primero que te pregunta es si tienes todos los requisitos necesarios para la solicitud. y ahí es cuando te creces y sacas tu business plan perfecto! ese al que le has dedicado horas de reflexión y cálculos imposibles para hacer algo cercano a la realidad.

Rechazo

Y su respuesta es: yo no me voy a leer esto ahora, asegúrate de que tienes todos los datos.

Y te quedas con cara de tonta. Sigue: tienes 3 meses para volver a «sellar» el paro (señora que yo ¡no voy a necesitarlo!), y si te va mal (opción que yo no contemplo) después de emprender, puedes solicitar el resto del paro si te queda.

Menudo espíritu, ¡oiga! que voy a darme de alta como autónoma, que voy a generar empleo, que mi idea es buena y va a funcionar, le he escrito la formula mágica en mi business plan que estoy compartiendo con usted y voy con toda mi fe a apostar por un camino en el que su desesperanza me mina la moral!!!

Luego reconduce diciendo que le parece que tengo las ideas claras y me desea suerte.

¿Habéis visto Asterix y las 12 pruebas? Tal cual…

Superación

El orientador

La cuarta cita previa tiene lugar una semana después: visita al orientador de Lanbide.

Esperas; nerviosa, que te abran puertas al conocimiento, que te den una guía y bueno…te encuentras con alguien (no hablo en general de la institución como tal), que salvo que estés tan convencid@ de lo que vas hacer como yo, es capaz de echar por tierra todas tus expectativas.

Me remite a la Web, a un buscador de cursos.

Cuando le cuento lo que voy a hacer, mi plan perfecto, su respuesta es: Ufff…es que de eso, no va a haber cursos eh… si quieres de contabilidad, de office…

Y anoto en mi cabeza la necesidad de especificar y dejar claro cuando cuente mi proyecto, qué es lo que voy a hacer, porque claramente no se entiendeConsultoría integral de empresas.

¿Suena a pan, a la nueva ola de consumo de alimentos orgánicos, ecológicos, naturales…?

¿Suena a indescifrable? ¿Tal vez Tele-directivo??  ¿Solucionadora de marrones? ¿Cobrar por decirles a otros qué tienen que hacer?

Tras unos instantes de duda, le digo que me pueden venir bien los cursos de WordPress, para escribir un blog que me ayude a comunicarme… y tras buscar unos segundos, me enseña ufano la pantalla y me dice:

  • Sí de eso sí hay, pero bueno… empiezan en mayo, y son 280 horas, ufff, muchas horas, ufff no lo veo…

Y resumiendo es toda la orientación que recibo.

La reflexión

Al salir de allí, la reflexión y esta es seria; es que cualquiera que tenga minada su autoestima fruto de un despido, o de una mala situación, o que no crea en sí mismo y sus capacidades, o que no brille por curriculum o experiencia, podría tirar todo por la borda y desistir.

Yo no estoy hecha para eso, me gustan los retos y cuando creo en algo, y este es el caso, me crezco y me entrego en cuerpo y alma.

I can do it

A cualquier@ que haya pasado por una situación así, le animo a contarlo, a escribirme, a seguir intentándolo, a buscar otros recursos, a rodearse de gente que le anime, a alejarse de la negatividad y de la gente tóxica.

Lo de los funcionarios tóxicos lo dejamos para otro día… porque da para un libro.

La parte positiva de todo esto es que lo conseguí, que tras otras 3 o 4 citas previas adicionales, trámites con las sedes electrónicas, FNMT, certificados digitales y actualizaciones de JAVA mediante, aquí estoy!

Para conseguirlo, he pedido ayuda, he hecho cursos de formación que ofrecían otras entidades de manera gratuita, me he rodeado de gente experta y colaboradoras que os presentaré más adelante y que espero que algún día se animen a compartir este espacio conmigo. En las próximas entradas hablaremos de las bondades de compartir, colaborar, y buscar sinergías, trabajo en equipo.

Si habéis llegado hasta aquí, dejadme que os diga que hay un minúsculo botoncito de Like en la parte superior de la entrada, bajo el título, que si tenéis a bien clickar, me servirá para saber que me leéis, que os interesa, y para sortear los algoritmos de Internet y sus vicisitudes.

¡Contadme vuestras experiencias! Ya sabéis, compartir es vivir…

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